Esta prueba se usa para ayudar a diagnosticar y tratar problemas relacionados con el sistema reproductivo femenino, como el síndrome de ovario poliquístico, el síndrome premenstrual, la infertilidad y otros trastornos hormonales. Los resultados de esta prueba pueden ayudar a los médicos a determinar si los niveles de estrógenos están dentro de los límites normales o si hay un desequilibrio hormonal.