Esta prueba se utiliza como una herramienta complementaria en el seguimiento y manejo de pacientes ya diagnosticados con cáncer de páncreas o de vías biliares para proporcionar información adicional sobre su estado de salud y respuesta al tratamiento. Además, es importante tener en cuenta que también puede estar elevada en otras afecciones no cancerosas, como pancreatitis, colecistitis y colangitis.